Crema de calabacín y espárragos
Empieza la temporada de cremas, purés y sopas, ósea, el otoño-invierno, la mejor época para llevarse al estómago algo calentito.
Definitivamente ha llegado el otoño, aunque haya días de sol aún, se empieza a notar la frialdad del aire.
Y como me encantan este tipo de platos de cuchara, pues he empezado ya a comerlos. La he inaugurado con esta crema de calabacín y espárragos verdes que se hace en un abrir y cerrar de ojos.
A diferencia de otros electrodomésticos, la batidora me permite tener el control de la textura del puré, y así puedo hacerla más gruesa o más fina, según mis gustos.
Ingredientes que comprar:
- 3 calabacines grandes (con piel incluida)
- 1 manojo de espárragos verdes
- 750 ml de caldo de pollo bajo en sodio
- 1 cucharada de mantequilla sin sal o de aceite de oliva
- 1 cucharada de vino de jerez
- 2 cebollas blancas, picadas
- 5 dientes de ajo, picados finamente
- Sal
- 1 pizca de pimienta molida
- 200 ml de nata líquida
Método de elaboración:
- Derrite la mantequilla en una cazuela y cuando esté caliente, añade la cebolla picada y el ajo picado. Sofríe todo durante unos minutos hasta que el ajo esté fragante y la cebolla esté traslúcida. No olvides removerlo frecuentemente para que se haga por todos los lados.
- Lava el calabacín y pícalo en trozos pequeños. Añádelo a la cazuela. Corta la parte inferior de los espárragos y pica el resto. Después añádelo a la cazuela y deja que se cocine todo durante unos minutos, sin dejar de remover.
- Cuando veas que los vegetales están de color marrón, añade el caldo de pollo y llévalo a ebullición. A continuación, baja la temperatura, tapa la cazuela y deja que se cocinen los ingredientes a fuego lento durante unos 20 minutos.
- Las verduras deben estar suaves, pero aún tienen que estar de color verde. La textura de la verdura se puede comprobar aplastándola contra la sartén con una cuchara de madera. Tienen que conservar su forma, pero estar blanditas.
- Transfiere los ingredientes al vaso de la batidora y tritúralo hasta que empiece a espesar. Yo lo hago en varias tandas ya que no me cabe todo.
- Cuando esté fino y suave, devuélvelo a la cazuela y añade el vino Jerez, la sal y la pimienta. Mézclalo bien y viértelo en cuencos individuales.
- Rocía la un poco de nata por encima de cada cuenco y mézclalo.
Puedes decorarlo con unos espárragos verdes por encima. Es un plato que suele gustar a todo el mundo. Lo normal es servirlo como primer plato. Si eres de los que no se resiste a un postre te sugerimos varias ideas para hacer crepes. Lo bueno de los crepes es que sirven para cualquier hora del día, ya sea en el desayuno, merienda o como postre.